Biografía
Nacido en el año 2000 en Galicia.
Reside y trabaja en Madrid, España.
Pablo Ozo es un artista visual cuya obra construye un universo propio habitado por una alta sociedad imaginaria. A través del retrato emocional, explora la teatralidad, el deseo y la fragilidad del gesto, en escenas que parecen surgir del subconsciente más que de la observación.
Desde su infancia en Galicia, el dibujo ha sido una necesidad vital. Formado entre Berlín y Madrid, combina óleo, acrílico y pastel sobre lienzo o papel artesanal, manteniendo un trazo físico, inmediato y expresivo.
Su trabajo ha sido presentado en Madrid, Berlín y París, y forma parte de colecciones privadas en Europa, Asia y América. En 2025 participó en JustMad con Untitled Gallery y colabora regularmente con Four Seasons Madrid. Vive y trabaja en Madrid junto a la comisaria Cristina Alonso, quien representa su obra en Asia.
Photo by Daniella Testa
Statement
El deseo de perdurar en el tiempo es parte de la naturaleza humana. Usamos relojes para medirlo, archivamos recuerdos, organizamos nuestras vidas en torno a él. El arte, en cierto modo, responde a esa necesidad: captura emociones, gestos y escenas interiores que, de otro modo, se disolverían.
Pablo Ozo parte de esa premisa, no para fijar lo inestable, sino para retenerlo. Su pintura se articula desde el retrato, pero no representa: estudia. Las figuras —casi siempre femeninas— aparecen fragmentadas, duplicadas, desplazadas. No se ofrecen al espectador; parecen suspendidas en un instante que les pertenece solo a ellas.
En los últimos años, Ozo ha construido una alta sociedad imaginaria: un mundo paralelo regido por códigos tan refinados como absurdos.
Las escenas revelan gestos desmesurados y emociones llevadas al límite, como si estos personajes —por muy elegantes que sean— no pudieran resistirse a su instinto.
Su trazo es directo, físico, inmediato. No oculta errores: los convierte en lenguaje. La belleza —si aparece— lo hace sin solemnidad; es imperfecta, provisional, desordenada.
La pintura de Ozo recoge ecos del cubismo, la modernidad europea y el lenguaje gráfico contemporáneo. No los cita, los reordena. Sus figuras oscilan entre lo clásico y lo distorsionado, lo íntimo y lo teatral, lo sensual y lo irónico.
Símbolos personales —como las orejas de conejo— emergen de forma orgánica, abriendo capas interpretativas sin cerrar el significado.
Texto por Paula Tomasini Collado.
Colecciones y colaboraciones
Las obras de Ozo forman parte de colecciones privadas en Europa, Asia y Estados Unidos, junto a piezas de destacados artistas contemporáneos.
Ozo comenzó a compartir su obra públicamente durante la pandemia. Desde entonces, su trayectoria ha evolucionado de manera orgánica a través de la autogestión y una coherencia conceptual sostenida. Su trabajo ha aparecido en medios como Forbes, El Español, Vanidad, Metal, Culturamas, Plataforma PAC, 20 Minutos, The Artichoc y la Televisión de Galicia.